La primera noche llegamos a la 1 de la mañana, porque nuestro avión se retrasó. Lo único que quieres a esa hora es que te den la habitación para poder descansar, pero no fue así, ya que nos dieron una habitación estándar individual, cuando yo había reservado una doble (con más de un mes de antelación) nos explica el recepcionista que por la mañana nos lo solucionan. Por la mañana fue a partir de las 10 de la mañana, habiendo perdido ya parte de la mañana. Nos lo pudieron solucionar dándonos la habitación que pagamos. Para compensar nos regalaron el desayuno, cosa que agradecimos. En cuanto a la limpieza, cambian las toallas cada dos días, y en toda la semana no nos cambiaron las sábanas.