Fue una estadía de una semana hermosa. Muy buena predisposición y ayuda desde las dueñas como de todo el personal del hotel. El comedor efectivamente es chico pero a nosotros no nos importó ya que nos levantábamos temprano y siempre había lugar tipo 8.05 de la mañana. Demás está decir que el desayuno es excelente a cargo de Sergio. MUCHAS GRACIAS y es para volver. Por último es un lujo estar a metros del mar. Es como si tuviéramos una playa propia.