Estancia muy tranquila y reconfortante. La casa es preciosa por fuera y también por dentro además de muy espaciosa, el equipamiento más que suficiente para estancias cortas. El trato con la persona que gestiona apartamento es tan efectivo como agradable y es de agradecer. El pueblo de Regencós es igual de tranquilo y acogedor, invita a recorrer sus callecitas estrechas y a disfrutar de los portales de madera y piedra. Está rodeado de campos y bosques por los que pasear se hace imprescindible para disfrutar de las vistas sobre el pueblo y alrededores.