Lo mejor del hotel es el paisaje de la zona en la que está emplazado (Bosque Peralta Ramos) y que está bien decorado, con bastante atención en los detalles. Es atendido por un matrimonio, el hombre es muy atento y se preocupa por resolver los inconvenientes que puedan surgir durante la estadía; la mujer es exactamente lo contrario, desatenta y tiene mal trato hacia los huéspedes. En cuanto a los servicios, la señal de WiFi es muy mala y no hay estacionamiento para todas las cabañas del complejo, lo cual no coincide con las prestaciones publicitadas.