Hotel ubicado a 130 metros de la playa y de dos calles con mucha onda de Patong Beach.
La habitación era muy cómoda, limpia y con todos los servicios necesarios, incluidos un balcón (con sillón, mesa y un tender para secar la ropa) y una buena conexión a Internet.
Ofrece un desayuno buffet bastante completo y para todos los gustos. Lo bueno es que comienza el servicio a las 6:30 am, lo que permite desayunar antes de hacer una excursión.
Cuenta con una linda piscina, aunque no la utilicé porque preferí ir a la playa.
Un tip valioso para los turistas, junto al hotel hay una casa de cambio de moneda (Violet Exchange) que ofrece la mejor cotización de la zona.
Lo mejor es la atención de todo su personal, siempre amables y dispuestos a brindar las indicaciones y ayudas que uno requiera.