Es un hotel venido a menos, su ubicación hace que siga teniendo clientela.
Es imposible aparcar cerca si tener que pagar, con lo que tendrás que abonar los 12€ diarios que cobran por su parking.
El personal es atento y agradable, el desayuno buffet es mejorable, sobre todo si cambian la tostadora que no funciona bien.
El café está bueno, y la persona que atiende es muy profesional.
He he atado una semana en la que no han conseguido arreglar un problema con el agua caliente, de esta manera, cuando no salía marrón como el chocolate, directamente no había agua caliente para después tener únicamente agua caliente sin agua fría.