Fuimos en vacaciones familiares. La atención del personal fue buena, las instalaciones correctas en la zona común (hay un parque de bolas, un gimnasio muy reducido a mi parecer) y decepcionantes en la habitación (muebles obsoletos, desgaste muy visible) lejos de nuestras expectativas. A pesar de ser septiembre el aforo era muy elevado lo que era especialmente notorio en la piscina. La calidad del bufé no estuvo a la altura de cuatro estrellas, el precio de la bebida fuera de media pensión exorbitado (3,90 por un litro de agua filtrada, 3,90 por un vino blanco servido en vaso de plástico…). Lo peor a mi criterio la zona, Playa America, de turismo masivo de alcohol y playa y con escenas dantescas por la mañana (basura acumulada en la calle, turistas alcoholizados). Nuestra experiencia en el norte de la isla y la decisión de cambiar a un alojamiento en Arona alejado de este ambiente nos salvo el resto de vacaciones. Nota positiva: aparcamiento incluido, la animación nocturna muy atenta con los niños y la atención del personal de recepción, bufé y limpieza.