Buena relación precio-calidad, lo mejor de todo es la ubicación, cerca de todo en la zona del poblado, incluyendo la estación del metro (15 min caminando). La habitación standard es pequeña pero cumple su función. La vista en la azotea es muy bonita y el desayuno es bueno. Recomiendo comer en el restaurante Milagros, que se encuentra justo a lado de la recepción, comida mexicana deliciosa.
Lo único que era algo incómodo es el hecho de que se escuchaba en el baño cada vez que halaban la cadena en la habitación de arriba, debido a que las tunerías están expuestas en la zona del techo.
Si buscas un hotel céntrico, que no sea caro, porque solo estarás para dormir en la noche y que incluya desayuno, esta es una buena opción.