El hotel no está mal, pero no diría que es un 4*. La ubicación, aunque parece cercana al parlamento, debes dar un gran rodeo hasta llegar a la fachada principal (y más lejos aún de los diferentes puntos de interés de Bucarest). El desayuno sí fue bueno. La zona no es muy recomendable para salir a cenar tras un dia de conocer la ciudad, pues hay muy poco donde elegir "cerca".
La habitación correcta, sin más, pero el baño bastante antiguo (no era demasiado agradable).
Por el precio qie tiene, creo que habrá mejores opciones.