Carla, la encargada de recepción a nuestra llegasa, fue lo más maravilloso de toda la estancia, sumamente atenta y dispuesta a ayudarnos en todo momento. También Ali, quien nos apoyó con todo para planchar en el cuarto y nos atendió cuando fuimos a la terraza por aperitivos.
El hotel está renovado, con todas las comodidades de un hotel grande, pero sin perder la esencia de un hotel italiano. Es de los pocos alojamientos que encontramos con habitaciones para 4 personas, la cama estaba muy cómoda, el baño es muy amplio y con todo lo necesario para el aseo básico.
La ubicación es inmejorable, a un par de cuadras de Roma Termini, lo que permite un traslado facilísimo a otros puntos de la ciudad y como punto de partida a tours.