Preciosa casa de campo, muy bien decorada, es igual que en las fotos; las camas son muy cómodas, la cocina está nueva y el baño es una pasada; tienes un pequeño jardín para utilizarlo y aparcar el coche.
Los dueños muy atentos nos regalaron huevos de sus gallinas y habían dejado desayuno para el día siguiente a nuestra llegada.
El único problema es que al estar en el campo hay bichos que se cuelan en la casa.