El hotel no cumple ni lo básico que se espera de cualquier establecimiento. El minibar no funcionaba y tenía un mal olor, como si estuviera roto. El inodoro estaba suelto e inestable. Además, no había dónde colgar la toalla dentro de la ducha, por lo que tenías que salir mojado para recogerla fuera. Para empeorar las cosas, dejé un pantalón dentro de la bolsa para ropa sucia sobre la cama, y cuando volví por la noche, estaba sucio y dentro de la bolsa, sobre la cama. Hicimos quejas y el hotel ofreció hacer los arreglos después de las 21 h, cuando ya estábamos a punto de dormir, lo cual no tenía sentido, porque no es adecuado hacer reparaciones a esa hora. Solo dejaron una carta diciendo que recibieron la queja, intentaron arreglarlo, pero no pudieron contactarnos. ¡Un absurdo! Pensé que lo resolverían al día siguiente, durante el día, cuando estuviéramos fuera y el cuarto vacío, pero no hicieron nada. Es inaceptable decir que el hotel tiene 4 estrellas, debería tener como máximo 2. ¡Una verdadera decepción!