Una desconsideración para huéspedes que buscan paz
Recomiendo que hagan silencio. Luego de laraga xaminata en Yaxhá llegamos agotados necesitando dormir pues al dia siguiente nos esperaban 10 hora de manejo hasta Antigua. Iniciaron una fiesta con situación bulliciosa, gritos, música hasta pasada la medianoche. Es una lástima considerando que el entorno es paradisíaco. Otro inconveniente es que las habitaciones tienen poca privacidad, cortinas que dejan ver hacia dentro, paredes de mader delgadas y cielo rasos compartidos donde se escucha hasta la respiración de los huéspedes del lado. Lo más irritante fue el escándalo en el bar-restaurante. Una desconsideración.