Lamentablemente nuestra experiencia en Sonder Sofia fue nefasta:
1. Al llegar, el mando del regulador del agua caliente de la ducha estaba suelto, por lo que no funcionaba. Lo reportamos y a pesar de los intentos de ayudar, no se solucionó, ni se ofrecieron alternativas factibles (nos ofrecieron irnos a otro alojamiento lejos de la zona, que no era una opción para nuestro viaje). Así que tuvimos agua caliente que funcionaba mal, y sin posibilidad de regularla, durante toda la estancia.
2. El último día (domingo) a las 9:20 de la mañana se activó de repente la alarma de incendios en el edificio, interrumpiendo nuestro descanso y obligándonos a salir rápidamente del edificio por precaución, en pijama. La alarma estuvo sonando durante 30 minutos sin parar, no había nadie de Sonder en el edificio, y hubo 0 comunicación proactiva por parte de Sonder. Cuando a los 30 minutos por fin llegó alguien, se trataba de una falsa alarma por humo de cocina en uno de los apartamentos, lo cuál indica un mal diseño de los apartamentos. Tuvimos que estar 30 minutos al frío en la calle, y no se nos ofreció ningún tipo de compensación o ayuda.
Pagamos casi 150€ por noche, y este alojamiento no estuvo ni de lejos cercano a las expectativas ni a lo mínimo que se espera de un alojamiento (sea del precio que sea), por lo que no podemos recomendarlo.